Todo es silencio en la pampa
nadie responde las voces
los ecos de los lamentos
claman ausencias feroces
nadie responde las voces
los ecos de los lamentos
claman ausencias feroces
Huellas de sueños perdidos
en la llanura esparcidos
siguiendo siempre dormidos
en sus letargos tenaces
Testigos son los luceros
del firmamento insondable
con su paciencia implacable
y las tenazas del sol
El viento tañe los sables
tras fantasmales lomajes
se oyen lamentos y llantos
desprecios imperdonables
Esparcidas y escondidas
surgen siluetas derruidas
condenadas al olvido
arrasadas y agredidas
La brisa trae rumores
de olvidos interminables
todo ha desaparecido
desmantelado y perdido
Ya ni las sombras se ven
borradas por el desdén
mudos reflejos de la inclemencia
eliminadas por la inconciencia
Como semillas resecas
anhelando rebrotar
sin un desierto florido
nunca podrán regresar