Este espacio temático es un esfuerzo recopilatorio de testimonios estampados en notas de prensa y otros medios escritos, vinculados a las actividades de la Asociación de Raidistas de Tarapacá durante el transcurso de sus años fundacionales (1994-1996).
El contenido abarca al menos los documentos que pudieron ser digitalizados en el formato gráfico A4, que fue el soporte limitante físico para realizar este proceso.
Consideré valioso dejar vestigios de estas actividades enriquecedoras para el alma, a modo de homenaje hacia grandes compañeros de ruta, organizadores y colaboradores que participaron con entusiasmo, generosidad y admirable espíritu de camaradería en los eventos realizados, algunos de los cuales hoy ya están disfrutando de nuevas travesías en otras dimensiones de la realidad inmaterial.
No puedo finalizar estas líneas sin hacer presentes mi más profundo reconocimiento a irreemplazables maestros en el desempeño de estas artes, que dejaron huella imborrable en esta trayectoria llena de enseñanzas y hermosas sorpresas, entre quienes destaco con especial aprecio a Attilio Gattavara, Erwin Schneuer, Roberto Molina, Juan José Giammarino, Sergio Ebner, Nestor Araya, con mis excusas por mi frágil memoria, que seguramente me estará jugando una mala pasada, omitiendo figuras de primer orden que fueron fundamentales durante el desarrollo de estas gestas memorables, a quienes espero seguir incorporando a esta nómina en próximas ediciones.
DECÁLOGO DEL EXCURSIONISTA
I
Amar y respetar la naturaleza: cuidar los parajes que se visitan y preservarlos para que sigan cumpliendo con el objetivo para el que fueron creados y también los disfruten nuestros nietos.
II
Al efectuar una detención, una visita o acampar en un lugar, dejarlo más limpio y más hermoso que como estaba antes de llegar. No botar desperdicios y ayudar a eliminar los que encuentres. Reparar en lo posible los deterioros que ya existían.
III
Tener siempre presente que los vestigios que encontremos tienen la misión de instruir a quien los visita y no estamos allí para destruir. Nuestra historia también la necesitamos para el mañana.
IV
Ser precavido y revisar oportunamente que no falten los elementos indispensables e imposibles de obtener en los parajes remotos que se visitarán: Bebidas, alimentos, abrigo, utensilios.
V
Revisar exhaustivamente el vehículo, dejarlo totalmente preparado el día anterior a la partida: Niveles, combustible, correas, mangueras, presiones, refrigerante, herramientas, repuesto, accesorios.
VI
No desear el Jeep de tu prójimo. Mantener el vehículo propio en condiciones de llegar a cualquier parte.
VII
Ser solidarios y compartir con alegría y positivismo: Ayudar a los compañeros de excursión que tengan dificultades o imprevistos.
VIII
Ser cortés y considerado con quienes te rodean. Todos quieren volver con los mejores recuerdos de la jornada. Los lugareños y aquellos que nos reciban, deben quedar con deseos de ser visitados nuevamente.
IX
Ser prudente y seguir los consejos de los ancianos que han recorrido más y no han tenido accidentes.
X
Enseñar estos mandamientos a otros excursionistas y dar el ejemplo.