Trataré de incorporar gradualmente comentarios interpretativos, esperando que, de todos modos, las imágenes hablen por sí solas.
Preferentemente deseo destacar reflejos de vivencias compartidas en nuestro desierto, el altiplano, rincones especiales de la costa, escudriñando huellas de comunidades hoy desaparecidas, cuyas esperanzas, esfuerzos, sueños y ritos quedaron plasmadas en iconografías muchas veces incomprensibles desde nuestra mirada contemporánea, así como en estructuras que hoy nos salen al camino, la mayoría de la veces como ruinas ultrajadas, que han logrado trascender al afán destructivo de quienes no han sabido respetar nuestras raíces y legados, dejándonos usualmente perplejos y llenos de interrogantes inquietantes.
El entorno, no obstante, se sobrepone tenazmente para presentarnos aún, una fauna y flora asombrosa, que nos regala el deleite escaso y ausente en muchas latitudes, de disfrutar su compañía sin riesgos de ninguna naturaleza, inmersos en un ambiente saturado de una paz mágica y cautivante.
Trazos de la presencia incaica en Calatambo. Solo el silencio responde a nuestras interrogantes ante el imponente portal, que invita a transportarnos en el tiempo y el espacio.
En equilibrio inestable, las estructuras que aún subsisten de lo que fue la colosal silueta de la Oficina salitrera Santa Laura hacen su último esfuerzo por no sucumbir definitivamente ante el pillaje implacable y bestial de los huaqueros.
Testimonios del yacimiento de petroglifos de Ariquilda, quebrada de Aroma
Selección de paneles destacados del conjunto de petroglifos de Ariquilda, en la quebrada de Aroma.
Créditos fotográficos: Padre Rafael Fernández
Fuente de aguas termales de Lirima
Aguas termales de Polloquere, salar de Surire, al fondo cerro Capitán
Créditos fotográficos: Padre Rafael Fernández
Créditos fotográficos: Padre Rafael Fernández
Parinas emprendiendo el vuelo en sector Chilcaya, salar de Surire, teloneadas por el cerro Lliscaya
Créditos fotográficos: Padre Rafael Fernández